El lugar es excesivamente ruidoso, entre la musica de lso otros establecimiento se hace imposible relajarse y tomarse algo, incluso para ser una fonda. Los caballos que alquilan al frente (que no son del establecimiento) se ven muy mal tenidos y alimentados, adicionalmente la limpieza de la calle que tienen como establo es pésima. Ideal para los de la cultura "caballista antioqueña" pero no para personas que realmente amen a los caballos.
Es un lugar con un ambiente bohemio, tiene como atractivo muchos objetos antiguos e imágenes, cuadros. Adicionalmente, se alquilan caballos justo en frente y cuando los caballos son ubicados frente al negocio, se extiende una carpa para que les de sombra y les brindan agua.
El lugar es muy bonito pero no me gustó que ciertos clientes no le dieran buen uso a los caballos que hay allí para que las personas monten en ellos, no es muy bueno ver el estrés que padecían ciertos caballos.
Punto de referencia para los amantes de los caballos, lugar acogedor y muy visitado, punto de partida para aquellos que quieren disfrutar de una buena cabalgata por las montañas de Caldas y también para la raspa en el área urbana.