Son muy amables y ordenados. No molestan con gritos, ni rituales extraños. Tampoco cobran ni exigen pago por sus cursos ni por sus sermones. Los recomiendo
Maravilloso estar aquí, además del compañerismo cristiano, personas que realmente te tratan con amor y respeto, aprendes de nuestro creador, llegas a conocer sus cualidades que a la vez se fortalece tú fe, cambia tu vida y la de las personas que están a tu alrededor, pues estarás atento a sus necesidades, y la biblia dice que hay mas felicidad en dar que en recibir. Hechos 20: 35