Hoy me llevé una triste experiencia en el Fruber de Andrés con la persona de la caja a la cual he escuchado le dicen "profe". Al ver que una persona estaba comprando muchos productos, y la velocidad de la cajera era mínima, pregunté con amabilidad si mis compras podían ser facturadas al lado a lo cual recibí como respuesta en un tono ironico: "no debería, pero si está muy afanado. ". Creo que un empleado el cual está prestando un servicio debe ser más amable y orientado al cliente y no debe realizar juicios de valor; creo que un cliente puede decidir si prefiere esperar o no, o si se tiene una alternativa más rápida. Andrés el dueño y sus empleados siempre se han caracterizado por su amabilidad, por lo que puedo decir que en 10 años como cliente, esta persona no los representa.