Es un lugar muy acogedor, cuidan cada detalle, el baño es hermoso y muy bien aseado, la cama es súper cómoda, el espacio es excelente, tiene hamaca para disfrutar en el balcón, muchos árboles alrededor, la anfitriona es muy querida, los precios que tiene en el mini bar son justos. Súper recomendado es como estar en casa.
Es un lugar muy tranquilo, con todo lo que se necesita para salir de la rutina y descansar. La anfitriona es muy amable, detallista y está muy pendiente de todo lo que uno necesite. Agradecemos su hospitalidad.
Un lugar hermosísimo y magico. Muy tranquilo y perfecto para los amantes de la naturaleza. Marcela es simplemente maravillosa, amable y atenta. Si pudiera ponía 10 estrellas
Un lugar sencillamente mágico, tranquilo, clima excepcional, el lugar ideal si buscas desconexión de la ciudad y conexión con la naturaleza. La atención! Insuperable.
Desconexión y relax total Desde el primer contacto con la señora Marcela, todo estuvo perfecto, cuidan cada pequeño detalle! La habitación grande y muy cómoda. Ambiente totalmente tranquilo! Se respira paz. Pudimos ver muchas especies de aves y pájaros.el desayuno delicioso!
Excelente lugar para descansar y disfrutar de la tranquilidad y paz de la naturaleza, además de la excelente calidad de atención y servicio por parte de la señora anfitriona Marcela. Muchas gracias. Recomendadísimo
Todavia estamos aqui. Depende de tus expectativas, este puede ser el lugar que estabas buscando. La naturaleza, la paz, el clima, la atencion y la ubicacion son excelentes. Esta a solo hora y media de Bogota y a solo cinco minutos del pueblo de San Francisco. La temperatura promedio es de 25 grados centigrados (77 farenheit). La vista a las montanas y a la voluptuosa y colorida vegetacion local son un remanso diario. Excelente para alejarse del bullicio de las grandes ciudades. Marcela y Andrea son muy amables y se esmeran por hacer de tu estadia una experiencia placentera y para dejarte tu propio espacio. Las cabanas tienen todo lo que en realidad necesitas. Cuentan con cocineta y un lindo balcon con hamaca y pequenos detalles de diseno muy agradables. Que mas se puede pedir? He venido con mi madre de 88 anos, pero el sitio no es recomendable para personas con necesidades especiales pues el acceso a las cabanas es por escaleras rusticas de aproximadamente 20 escalones. No hay espacios muy planos porque estan edificadas en la ladera de la montana. Mi madre las supera con paciencia y porque le encantan las caracteristicas del sitio y su vegetacion tropical que le recuerda su infancia, pero es algo para tener en cuenta. No tiene un espacio amplio de actividades sociales, no tiene piscina, ni juegos, lo que tal vez no lo haga muy atractivo para ninos, pero si para quienes quieran y puedan trabajar en forma remota y para quienes deseen disfrutar de esta paz y este clima perfecto. El servicio wifi es excelente. Los desayunos que ofrecen Marcela y Andrea son muy ricos.
El lugar es espectacular, divinooo.la paz, la tranquilidad y la buena atención.el café. El desayuno.todo es magnífico.no terminaría de describirlo es único.
Excelente lugar natural, para descansar, contemplar la naturaleza. Excelente atención de la señora Marcela, actividades ecoturisticas para realizar en los alrededores. Maravillosas las cabañas. Muchísimas gracias.
Estuvimos el fin de semana en las Cabañas. Super recomendado. Son muy bonitas, la naturaleza al rededor y la anfitriona "doña Marcela" super atenta. Nos recibió muy amable, con todos los planes para hacer en san francisco si quieren salir. Desayuno delicioso y super descanso!
Hermoso remanso natural, ideal para recargar energía, completísimo portafolio del hotel y lugares recomendados para visitar y alimentarse; excelente atención, el trato respetuoso, amable y afectuoso por parte de su anfitriona y sus colaboradores complementaron de manera increíble nuestro descanso; el bello paisaje, un delicioso desayuno junto a la comodidad e impecable higiene que ofrecen sus cabañas, y la amplitud de la anfitriona al compartir los productos elaborados con las cosechas de su propiedad.
Si usted busca tranquilidad y una buena atención, con su toque hogareño, este lugar es el ideal. Marcela, quien es la anfitriona, es súper atenta, además de que lo puede orientar sobre posibles planes y restaurantes en San Francisco. Las cabañas se mantienen en muy buen estado y están rodeadas por la naturaleza propia de la región: tienen criadero de peces y un par de caninos que lo reciben como si lo conocieran a uno de años atrás. Esto, sumado a que quedan cerca al pueblo, tipo 10 a 15 min caminando. Además, cabe destacar el excelente café; en la cabaña encuentra una muestra para que prepare. Lo cultivan allá mismo y, si lo desea, puede comprar para llevar.
Maravilloso lugar para contemplar la naturaleza, respirar aire puro, recargar energías y dedicarse a leer un buen libro. El valor agregado está en sus anfitriones, amorosos, te hacen sentir en una casa de campo con las comodidades de la modernidad.
Un lugar súper para alejarse de la ciudad.además las cabañas son hermosas y la sra Marcela un gran ser humano sencillamente espectacular lo recomiendo al 100%
Es un sitio espectacular, la atención fue muy buena desde el primer momento. Las cabañas son muy cómodas, muy limpias y muy bien dotadas. El desayuno es muy rico.