Tenía altas expectativas con este lugar, la atención puede mejorar bastante, al momento de entregarme el pedido la tapioca estaba dura y cruda, la bebida en general estaba insípida, era como un tris de leche rendida con agua y un poquito de salsa de chocolate, el negocio tiene potencial pero les falta amor.
Me gusta ir por un taro y pedirlo con bolitas de lychee pero las últimas veces que fui no habían, la otra opción eran los cristales de lychee y tampoco habían, fue muy mal no poder consumir las bebidas como uno quiere, de resto la atención muy bien, son amables
Honestamente tenía mucha ilusión de ir, fui una tarde y no volvería allí, la atención pésima, ni siquiera un saludo, no nos indicaron siquiera donde podíamos ver la carta, ni tomaron pedido, lo hicimos a través de la página en total silencio, pedimos algunas cosas calientes, otras frías y todo llegó frío e incipido, la malteada era pura leche con tapioca, nada más y en la página e historias de Instagram se veía muy diferente, a penas si nos hablaron para pagar, no recomiendo el lugar, tuve una pésima experiencia
He consumido para llevar y a domicilio, en ambos casos un servicio excelente, amables y con el ánimo de ayudar. He pedido cuatro tés de burbujas diferentes y todos son deliciosos (clasico, taro, coffee, matcha). Personalmente tengo algunas limitaciones alimentarias por las que no puedo consumir en otros sitios de te bubbles reconocidos, pero acá si puedo escoger el tipo de leche (normal, deslactosada y almendras), también el nivel de azúcar o si quiero light y hielo, mucho, poco, nada o incluso caliente.
En realidad toda la experiencia fue grata y lo recomiendo si pasan por ahí.
Los juegos de mesa, fueron lo más rescatable. El té chai que pedí yo, estaba rico hasta que se me metió una de esas pepas del fondo del vaso por la garganta y pude ver a Dios. La música estaba buena, pero la atención algo regular, por no decir que mala. Volvería a ir, pero si fuera el único local abierto en zipa.