Parque tranquilo para compartir en familia, un pueblo colonial perdido en el tiempo, se encuentran apenas un par de cafés, y tiendas populares, su principal atractivo las artesanías, ruanas de lana, todo elaboración artesanal
Llegamos a Cucunubá porque nos desviamos por accidente yendo hacia Bogotá y debo decir ¡qué suerte! Es un pueblo colonial pequeño, no tiene grandes atracciones, pero es hermoso en exceso y tiene un ambiente muy tranquilo. A dos cuadras del parque, en una casita, una mujer vende el mejor yogurt griego que he probado (las indicaciones se las dan los habitantes) y a un precio económico. Fue un gran descubrimiento, Cucunubá se convirtió en una gran anécdota en nuestra familia.
Es un pueblo muy bonito, muy típico. Todas sus casas son de color verde y blanco como costumbre para no perder la esencia. Los caminos son empedrados y tiene gran cantidad de actividades para hacer. No es recomendado ir en hora de la noche el alumbrado público no es bueno, entonces no se puede apreciar mucho.
Es un pueblo maravilloso. Arquitectura de antaño. Muy organizado. El parque principal se muy bonito. La gente muy amable. Super recomendado para visitar.