Fui con mi mamá, ella pidió el menú del día y casi inmediatamente después de salir me dijo que se sentía muy enferma, la comida le cayó muy mal. En mi caso, pedí unas canastitas de patacón qué venían con lentejas o garbanzos, primero pedí lentejas y no tenían, por lo que me ofrecieron garbanzos. Al llegar no se veían los garbanzos por ningún lado, al preguntar me dijeron que estaban debajo de las salsas, la verdad es que nunca los vi.
Deliciosa comida y excelente servicio por parte de los muchachos, probamos las alitas y nos encantó, también el guacamole con las papas criollas, deliciosas, lo recomiendo totalmente!
Encontré esta joya escondida después de nuestra visita a la Catedral Subterránea de Sal. Muy recomendables sus costillas de cerdo y sus papas fritas con guacamole.
El sitio es pequeño y rústico bastante lindo para un día soleado pero la comida si le faltaba sabor además de que por el frio la comida se enfría muy rápido pero la atención fue excelente
En Zipaquirá es difícil, casi imposible conseguir una opción vegetariana, aunque no es la especialidad del restaurante, piensan en aquellos que no comemos animales pero acompañamos a nuestras familias que si lo hacen. Tienen una carta con variedad de opciones vegetarianas, veganas incluso también para personas celíacas. La proteína que usan es hecha a base de lentejas o garbanzo, cero química, de buen sabor. Súper recomendados, cuando vuelva a Zipa seguro pasaré por el Triskel.