Quiero comentar que la experiencia de glamping en Caliza fue sencillamente excelente. El domo se encontraba en excelentes condiciones y el servicio fue increíble. Sergio, el host, es un chef que le hace nombre a su profesión y tiene una propuesta de excelente gastronomía en la Calera. Destaca una excelente atención al cliente, prácticamente familiar, los productos del huerto propio que tienen en las instalaciones y la posibilidad de retirarse tranquilamente en las cercanías de Bogotá a pasar un rato en contacto con un paisaje divino.
Nos gustó mucho la primera experiencia en un glamping, todo estaba limpio, en orden y con las comodidades necesarias para evitar el frío. El paisaje hermoso y la comida buenísima