El lugar es muy lindo y acogedor, las monjas son muy buenas personas, pero tienen dos perros que son muy agresivos, el día de hoy uno de ellos se le lanzó a un perro mucho más pequeño, por suerte lo soltó, teniendo en cuenta que es un lugar transitado por varias personas y sobretodo niños del colegio que queda cerca, también dejan la puerta abierta, con la posibilidad de que los perros se salgan, es de tener cuidado pasar por este lugar.