Soy cliente desde los inicios del Restaurante en la primera Sede. Más allá de ser el *Restaurante de Barrio* siempre se ha caracterizado por los sabores caseros, hogareños y bien balanceados. Las porciones son generosas y siempre a pesar de ser un menú del día, existen varias opciones para combinar las comidas. La atención es excelente y el lugar y decoración diferentes pero amenas.
Tiene muchas pinturas y dibujos con los que puedes distraerte mientras te atienden; la atención es buena, ágil y amable; la comida es deliciosa, las moñonas son lo mejor de Cajicá, y modestia a parte he comido en todos los restaurantes de la zona, o sea, un conocedor; el jugo es grandote y te repiten, un puntazo a favor de los que somos glotonsitos; y, la música, variada, muy rara la vez ponen reggaetón, por lo que puedes ir con niños sin ningún problema, la gente que sabe de música sabrá apreciar esto.
Las señoras de la cocina deben mantener más el cuidado personal. La comida rica pero cuando se les ve el delantal a las señoras de la cocina se te quitan las ganas de comer.
Desayunadero bueno. Con buen espacio en el fondo. El caldo de costilla delicioso, los huecos ricos pero la salchicha no tenía buen sabor. El tamal rico. Lo recomiendo.