Falta más elaboración en los platos, al personal le hace falta capacitación y más organización, ví un par de meseros fumando fuera del restaurante con su uniforme puesto lo cual para mí da mala imagen. Eso sí la infraestructura es hermosa, la música en ocasiones era con un volumen muy alto
Reservé para una celebración y todo estuvo excelente. La calidad de la atención es realmente excepcional. La comida estuvo deliciosa y la organización me dejó ver qué son muy profesionales. Les agradezco a Antonio y María específicamente, quienes fueron los encargados, porque me permitieron tener cada detalle como lo quise. Lo volvería a contratar sin duda alguna.
Un lugar muy lindo, el ambiente es fabuloso, si uno quiere un rato agradable sin tanto bullicio este es el ideal, tiene parqueadero, varias opciones de pastelería y los cafés y sus texturas delicioso.
Son muy oportunistas y aprovechados, colocan un precio en la estantería para hacer pensar que todo cuesta lo mismo y al final te cobran el doble, el servicio de algunos empleados bastante deficiente y más encima cobran el servicio sin preguntar. Las porciones y calidad no tienen nada que ver con el precio, nada recomendado.
Fuimos a tomar onces 3.30 pm oscuro, frío, los productos como la milhojas viejaaaa las bebidas estuvieron más o menos. Pedí un te. Ok pero no lo pasan con la tetera de agua y cuando pédi mas agua me llevaron un pocillo súper enano! En resumen no me gustó el ambiente es súper frío y oscuro, para ser un salón de onces. Pensaba llevar más productos pues su apariencia se veía bien, pero no me atreví. Realmente no creo que vuelva.
Un ambiente acogedor, clásico y a la vez especial. Un espacio agradable, ameno y acogedor, para compartir un café, rica comida o para celebrar. Gran atención. Recomendable
El lugar es muy lindo, los meseros son excelentes, la comida está normal, los huevos benedictinos son huevos escalfados o ponchados, no fritos. La comida la sirven a destiempos, los niños son los últimos y deberías ser los primeros.