Una mala experiencia, caro y malo, incluso otras personas se iban del sitio por la demora en servir los alimentos y cuando llegan a la mesa, no son deslumbrantes, pero sus precios sí.
El sitio vende platos que no son acordes al precio. La parrillada es uno de ellos, las porciones son pequeñas e insípidas y cuesta $70.000. El tiempo de espera es demasiado para una calidad y presentación tan mala. Lamentablemente es uno de los peores restaurantes en los que he estado y soy consciente que allí laboran personas que día día trabajan y buscan su sustento pero en realidad no es un buen restaurante porque que cueste, yo lo pago, con porciones pequeñas ok también, pero sin sabor! Es injusto con el cliente.
Fue una de las peores experiencias, ya que el servicio demoró más de 2 horas y nos tocó que presenciar como los comensales abandonaron el local por el tiempo de espera de sus pedidos!
Muy buena atención, variedad de carta y un espacio agradable para ir con la familia o eventos. Recomendado el fiambre y el postre cheesecake de cortado!