Paramos a desayunar y la experiencia fue mala desde el principio, mala atención por parte del "camarero" que no sabía ni de los precios ni de los productos, un incompetente total! En la cocina se paseaba un pastor alemán imagino que de la dueña; no tienen para pagos con TC; cuando hay comensales se ha de servirles a todos al mismo tiempo pues es muy incómodo que unos terminen mientras otro espera y al final coma solo; el café no está recién hecho sino que es sacado de un gran y sucio termo rojo. Deben mejorar porque sinceramente creo que la cocinera se esfuerza muchísimo para qué todo le quede rico pero mientras No haya un buen servicio de cara al público la sazón no será suficiente. Además no son claros en la facturacion que ha ser de ser más detallada y cuando pides que por favor te pongan el detalle de cada producto se escudan en que "acá es así" dando una imagen de picardia ante turistas extranjeros. Una verdadera lastima lo del café pues el mejor café del mundo es más sabroso si está recién echo.